
¿En qué difiere la piel infantil de la piel adulta?
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y cumple numerosas funciones importantes (entre otras, protectora, termorreguladora, metabólica y táctil). Sin embargo, al inicio de la vida del niño, este órgano todavía no está completamente desarrollado. Necesita al menos 3 años para desarrollar todos los mecanismos necesarios. Por ello, la piel infantil es delicada y muy sensible a factores externos.
¿Cuáles son entonces las diferencias entre la piel del niño y la del adulto? La piel infantil:
- Conserva menos el calor debido a las glándulas sebáceas y sudoríparas no desarrolladas completamente.
- Tiene menos vello, por lo que la protección UV es más débil.
- Contiene menos conexiones intercelulares y células pigmentarias, lo que la hace más susceptible a las quemaduras solares.
- Es más fina que la piel adulta y tiende a secarse y perder agua más rápidamente.
- La superficie de la piel en relación con el peso corporal es significativamente mayor.
- La piel del recién nacido tiene un pH cercano al neutro, por lo que es más propensa a infecciones e irritaciones.
¿Cuáles son, por tanto, las reglas más importantes para mantener la piel infantil en buen estado?
- Limpieza regular, especialmente en los pliegues donde suelen acumularse la suciedad y el sudor.
- Hidratación mediante productos específicamente diseñados para niños.
- Adecuada ventilación eligiendo prendas de tejidos naturales y con el corte apropiado.
Sin embargo, a veces ocurre que, aunque cuides diariamente la piel del pequeño, el niño se retuerce, se mueve inquieto, se queja y grita al vestirse. Quizás no se trate de una simple irritación de la piel, sino de un problema más profundo como los trastornos de integración sensorial.
¿Qué son los trastornos de integración sensorial (SI)?
Los trastornos de integración sensorial se definen como reacciones anormales del organismo ante estímulos externos (hipersensibilidad, hiposensibilidad o búsqueda de estimulación sensorial). Pueden afectar a uno o varios sistemas sensoriales. Las causas de esta condición son múltiples: desde el desarrollo fetal, pasando por el tipo y curso del parto, hasta factores ambientales.
¿Cómo se manifiestan habitualmente los trastornos de SI? Si has notado que tu hijo muestra, por ejemplo, sensibilidad aumentada o disminuida a los estímulos, tiene trastornos del habla, problemas de concentración, hiperactividad emocional o torpeza motriz, considera consultar con un especialista adecuado.
¿Y cómo puedes apoyar a un pequeño tan sensible? Mediante la elección adecuada de su ropa infantil. Lee qué aspectos son fundamentales al elegir prendas para un niño sensible al tacto.
¿Qué aspectos considerar al elegir ropa para un niño sensible?
Contrariamente a lo que pueda parecer, hasta el más pequeño elemento de una prenda, por ejemplo un vestido de niña, puede tener una enorme importancia en el confort de un niño con sensibilidad táctil. Al elegir la ropa adecuada, apoyarás su desarrollo y reducirás las reacciones desagradables a los estímulos. ¿Qué conviene tener en cuenta?
Material
Un tejido suave y natural en el vestido de una niña no solo será agradable al tacto, sino que también proporcionará las condiciones adecuadas para la piel infantil. La transpirabilidad y la evacuación de la humedad reducen el riesgo de irritaciones que podrían intensificar los síntomas de los trastornos de SI.
Corte adecuado
Si tu hijo es sensible al tacto y, además, su piel tiende a irritarse, elige preferentemente cortes holgados para la ropa y los vestidos de niña. Cualquier estrechamiento o ajuste adicional puede intensificar los síntomas, y el pequeño se resistirá a ponerse la prenda elegida. Y el conflicto está servido.
Talla apropiada
La ropa demasiado grande, y especialmente demasiado pequeña, también puede potenciar los efectos de los trastornos de SI. Elige la talla según las medidas actuales del niño, para que ningún exceso de tela ni ninguna presión provoquen reacciones desagradables en el pequeño.
Aplicaciones decorativas
Los adornos como lentejuelas, perlas u otras aplicaciones en un vestido de niña pueden parecer vistosos, pero en el caso de niños con sensibilidad táctil, probablemente no funcionen bien. Son estímulos adicionales que pueden resultarle incómodos. Por seguridad, es mejor prescindir de ellos.
Etiquetas, costuras y cremalleras
Otro factor que puede causar sensaciones táctiles desagradables son las etiquetas, las costuras irregulares y las cremalleras ubicadas en lugares inadecuados de los vestidos infantiles. Además, la acción prolongada de estos elementos incómodos también puede lastimar a tu hijo y causar irritaciones desagradables.
Así que antes de decidirte por un modelo específico, examina las costuras y cremalleras, y después de la compra, elimina todas las etiquetas. Puedes aprender cómo hacerlo en este artículo.
Para los niños exigentes, la elección del vestuario y atuendos para ocasiones especiales, como vestidos para niñas, puede ser todo un desafío. Sin embargo, el trabajo terapéutico regular y la coherencia en la elección de prendas cómodas que no restrinjan el movimiento pueden lograr que pronto vestirse deje de ser una obligación desagradable y se convierta en un placer.