Es fácil exagerar al elegir el vestido de una niña para una boda. Debido a la falta de un código de vestimenta uniforme para los niños, a menudo vestimos a nuestros hijos con tonos de volantes o, por el contrario, nos enfocamos en un estilo dulce y estereotipado. Por su parte, la moda infantil nos permite tener más libertad, jugar con estilos y colores. Los vestidos para niñas pueden ser elegantes y al mismo tiempo adecuados para la edad del niño.
Vestidos para niñas casi adultas
Las tendencias de la moda infantil van desde hace tiempo a romper con los estilos sin forma e incluso un poco desordenados. Nos encontramos con más y más vestidos de niñas modelados en proyectos para adultos. Eso sí, están modificados para que nuestro niño no luzca caricaturizado o inadecuado para su edad.
Por lo tanto, vale la pena ser moderado al elegir un vestido para niña. No temas los adornos en los vestidos como plumas, tul, volantes, lentejuelas o encaje. Estos son accesorios de moda que animan los vestidos de los niños y les dan un aspecto festivo.
Sin embargo, un vestido de niña bien diseñado debe ser armonioso. Por ejemplo, al elegir las mangas transparentes recientemente de moda, elijamos una parte superior simple y estructurada, como en nuestro vestido Luna azul marino. También podemos seguir el principio del equilibrio en otros casos eligiendo:
- un fondo tranquilo con una parte superior elegante o viceversa: la parte superior brillante de lentejuelas del vestido Ana en combinación con una falda delicada no da la impresión de exageración.
- Acentos multicolores visibles: mangas abullonadas adornadas con lentejuelas en un vestido para niña Natalie distinguirá el vestido de la niña con colores de cuento de hadas.
- Un tejido o color característico en combinación con un corte sencillo: los colores vivos o brillantes en combinación con un corte universal para vestidos de niña son perfectos para las niñas a las que les gusta la comodidad y la libertad de movimiento. Puedes elegir, por ejemplo, el atrevido vestido fucsia Fabienne o el vestido Naomi con adornos florales.
Así, no solo vestiremos a nuestros hijos con elegancia, sino que tampoco defraudaremos sus expectativas. Debemos recordar que la boda para la mayoría de ellos es el primer baile "real".
Blanco no solo para la novia
Un vestido de novia blanco o crema es un verdadero paso en falso. En el caso de las niñas pequeñas, sin embargo, podemos permitirnos un poco más de libertad.
Los vestidos blancos para niña son hermosos, más aún si la niña hace de dama de honor. Además son delicados y acentúan a la perfección el carácter del niño, al que el blanco le sienta bien sea cual sea la ocasión. Para vestidos sencillos y sin pretensiones, como el vestido de tul Chantal o el vestido Emilie, también es fácil optar por complementos coloridos que romperán el color blanco comunión y darán un tono elegante a todo el estilismo.