Pequeños y adorables zapatos infantiles suelen ser elegidos por futuras mamás como un accesorio para anunciar a sus seres queridos la feliz noticia. Sin embargo, estos zapatos para bebés que no caminan no solo sirven como símbolo de la espera de un hijo, sino principalmente para proteger sus delicados pies del frío. Pero, ¿realmente son necesarios? ¿Qué es importante saber antes de comprar el primer par de zapatos para niños?
¿Cuándo comprar los primeros zapatos para un niño? Los expertos en pediatría y fisioterapia están de acuerdo: cuanto más tarde el niño empiece a usar zapatos, mejor. El primer año de vida del bebé es un momento crucial para el desarrollo del sistema óseo y motor. Por lo tanto, en tal caso, es mejor optar por pies descalzos y el contacto directo con el suelo.
Sin embargo, no siempre es posible dejar al niño sin zapatos. En el clima otoñal e invernal, los pies necesitan protección adicional contra el frío y la lluvia o la nieve, cuando los calcetines a menudo son insuficientes. En ese momento, es aconsejable optar por zapatos para bebés que no caminan.
¿Qué son los zapatos para bebés que no caminan? Los zapatos para bebés que no caminan son un tipo de calzado diseñado para niños desde el nacimiento hasta el momento en que comienzan a dar sus primeros pasos (aproximadamente de 12 a 18 meses de vida). A menudo sirven como una alternativa más cálida a los calcetines. Su principal función es proporcionar el confort térmico adecuado en condiciones climáticas adversas (especialmente para bebés mayores que no siempre quieren pasear en el cochecito bajo una manta).
Los padres a menudo eligen zapatos para bebés que no caminan para diferentes eventos importantes y ocasiones especiales, como bodas, bautizos, cumpleaños o fiestas familiares. En tal caso, estos zapatos complementan el atuendo infantil (por ejemplo, un vestido para una niña) y al mismo tiempo protegen el pie del frío y la suciedad.
¿Son necesarios los zapatos para bebés que no caminan para un niño? Los zapatos para bebés que no caminan no son un elemento esencial en el equipamiento para un niño. Sin embargo, son útiles en invierno. Si, sin embargo, pasas la mayor parte del tiempo en casa, permite que el niño explore el mundo con los pies descalzos. En verano también es bueno dejar que los pies del niño "respiren". Esto cuidará el desarrollo adecuado de sus músculos, huesos y articulaciones.
¿Cómo elegir la talla de los primeros zapatos para bebés que no caminan? La regla más importante: ¡nunca compres zapatos infantiles a ojo! Los pies de los bebés a menudo tienen un arco elevado, por lo que es importante probar cada zapato.
Para medir correctamente el tamaño, marca los puntos más distantes del pie en una hoja de papel A4 y luego verifica la medida con una regla. Muchas tiendas de zapatos tienen las herramientas adecuadas para medir con precisión la longitud de la plantilla.
Recuerda también no elegir zapatos para bebés que no caminan que queden justos. El pie del niño crece cada día, por lo que vale la pena dejar un poco de espacio en el calzado. Controla también el tamaño cada 3 meses y verifica que el zapato no apriete el pie.
¿En qué fijarse al elegir zapatos para bebés que no caminan? Por supuesto, el aspecto del calzado infantil es muy importante. Sin embargo, si quieres cuidar adecuadamente la salud y la prevención de los pies de tu hijo, hay varios aspectos más que deberías considerar en los zapatos para bebés que no caminan.
Material. Es bueno que los zapatos para bebés que no caminan estén hechos de tejidos transpirables. Esto prevendrá la sudoración de los pequeños pies y, por ende, las irritaciones de la piel. Costura adecuada. Aunque no lo parezca, el diseño correcto del calzado es de gran importancia para la comodidad de uso. Examina cuidadosamente las costuras para asegurarte de que los zapatos no aprieten los pies y tobillos del bebé. Ligereza y flexibilidad. Los zapatos para bebés que no caminan deberían ser como una segunda piel para el niño. ¡Cuanto menos rígidos sean los zapatos, mejor! Cierre adecuado. Esto evitará que los zapatos se deslicen o caigan. En este caso, los mejores modelos son los que tienen velcro, que permiten ajustar el cierre libremente. Tamaño no demasiado grande. Anteriormente mencionamos no comprar zapatos para bebés que no caminan demasiado ajustados, sin embargo, un calzado demasiado grande también puede ser más perjudicial que beneficioso. Un bebé que yace y que mueve y juega intensamente con sus piernas puede sufrir desagradables rozaduras en esta situación. Por otro lado, en niños mayores, zapatos demasiado grandes pueden causar que se encojan los dedos del pie intentando agarrarse al suelo.
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